Estamos acostumbraos a escuchar de entierros, con la idea que estos se traten de poner al muerto a dos metros bajo tierra dentro de un ataúd, en donde la persona y el féretro tardarán mucho tiempo en descomponerse. También de incineraciones, en donde el cuerpo del finado será pasado por el fuego.
Pero hoy en día, las necesidades humanas y sobre todo la demanda de productos hechos con madera, contribuyen al aumento de la deforestación, de ahí que exista una necesidad urgente de cuidar el medio ambiente. Cuidar los bosques y ver tácticas para repoblar la tierra con árboles.
En ese sentido, las prácticas actuales para despedirse de los seres queridos también necesitan evolucionar, así como replantearse la manera de concebir el entierro y los cementerios. Ya que objetos como el ataúd, contribuyen a la deforestación. Es aquí donde entra el entierro ecológico.
Esto por supuesto no es nuevo; sin embargo, siempre es preciso dar información para concientizar, porque el entierro en ataúd e incineración siguen siendo las prácticas más populares.
Por qué escoger un entierro ecológico.
A diferencia de un entierro normal, el ecológico, está pensado para devolver a la persona a su origen de manera natural y sin contaminar. Ya que la incineración expide gases CO2, y el entierro contribuye a la deforestación; además, el paisaje también se ve muy afectado con esta práctica. Es pues un impacto medio ambiental completo.
En cambio el entierro ecológico promueve el respeto al medio ambiente. En donde el cuerpo es reutilizado y devuelto a la tierra para generar vida. Todo lo que se utiliza en esta técnica es biodegradable, con el fin que sea fácilmente absorbido por la tierra, a fin de que sirva como nutriente.
Los entierros ecológicos se hacen en cementerios también ecológicos, en donde está prohibido poner lapidas, cruces, flores o cualquier cosa de adorno, esto con el fin de no alterar el paisaje natural.
En qué consisten los entierros ecológicos.
Al cuerpo lo preparan antes de ser enterrado, se le absorbe toda el agua. Esto se hace sumergiéndolo en nitrógeno líquido, después de esto, es sometido a un procedimiento de ultrasonido con el fin de convertirlo en polvo. Una vez hecho esto se extrae el agua. Después se separa huesos y dientes, así como metales existentes.
Es preciso añadir, que el objetivo de este procedimiento es devolver a la tierra cenizas ecológicas. Se ha encontrado que el agua expedida por el cuerpo muerto contamina la tierra, es indispensable absorberla.
Una vez listo el cuerpo, se pone en una urna biodegradable y es enterrado junto a un árbol, para que sea nutrido y crezca gracias a las cenizas del difunto.
Los familiares podrán visitar el árbol que su ser querido alimenta, pero no podrán llevar ofrendas. El objetivo también es contribuir a no cambiar ni contaminar el paisaje de estos parques destinados a ser cementerios.
Finalmente, ver la muerte como algo que puede contribuir al crecimiento y no a la destrucción, sin duda traerá cosas positivas. El regreso a nuestro origen, la tierra, de manera natural.
Sin duda, esta idea irá creciendo, expandiéndose a otros países y consolidándose en España, en donde ya existen diversas funerarias que ofrecen este servicio.
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