La muerte siempre ha sido un misterio, así como lo que pasa con el cuerpo después de muerto, los rituales funerarios… En fin, todo lo que rodea a este suceso, nos intriga. Y dentro de estos cuestionamientos, quizá te hayas preguntado por qué se entierra a la gente a dos metros bajo tierra, qué tiene de peculiar esa profundidad.
Por qué a dos metros bajo tierra.
Habrá que remontarnos al año 1665 e irnos hasta Inglaterra, cuando estaban invadidos por la peste, cuando miles y miles de personas morían por semana en Londres.
Eran tantos los muertos que no se daban abasto para los entierros. Las autoridades empezaron a temer que la causa de la propagación de la peste eran los cadáveres. Ya que se enterraban a muy baja profundidad; además, era común abrir tumbas para removerlos y hacer espacio para los que iban llegando.
Este tipo de cosas dejaba a los cadáveres en exposición, así como a las diferentes sustancias que el cuerpo muerto pudiera expedir.
Por eso, el alcalde ordeno que los cadáveres fueran enterrados a dos metro bajo tierra, y que no se abriera ni una tumba a menos que hubiera pasado más de un año de su entierro.
Más tarde, esta ley volvió a consolidarse, ya que en 1800, y con los avances de la medicina, se necesitaban muchos cadáveres para realizar investigaciones. Por lo que se volvió común robarlos, pues resultaba muy rentable venderlos para la investigación médica. Pero al enterrarlos a dos metros bajo tierra, ponía más dificultad a los asaltantes de tumbas.
Se rompe el mito.
Sin embargo, hoy en día se sabe que muy pocas enfermedades pueden transmitirse a través de cadáveres.
Y aunque dos metros bajo tierra, sea la expresión más conocida sobre la profundidad para enterrar a los muertos, lo cierto es que, hoy por hoy, esta profundidad varía dependiendo del lugar y la zona geográfica en donde se encuentre.
Es verdad que el cadáver debe enterrarse a cierta profundidad, pues la erosión natural de la tierra podría poner en exposición al cuerpo. También, Por ejemplo, si el lugar es demasiado húmedo, la profundidad de dos metros será perfecta pues así se evita que se llene de agua y que el ataúd termine flotando.
Lo seguro es que, sea cual sea la profundidad, los insectos siempre podrán llegar al cadáver, dependiendo de la profundidad del cuerpo es el tipo de insecto que se puede encontrar. En general, es común encontrar cierto tipo de mosca y algunos escarabajos.
En resumen, aunque la creencia popular apunta a que los dos metros bajo tierra se originaron en Londres por la peste, y aunque ahora al pasar de los años la profundidad que se acostumbra varía dependiendo del país o situación geográfica, una cosa es cierta, el tema de la muerte y sus tradiciones funerarias, siempre nos va a inquietar.