Es común referirse al ataúd y al féretro como si fuera la misma cosa, casi como sinónimos; y aunque es verdad que ambos guardan en el fondo la misma función; es decir, sirven para guardar el cuerpo del fallecido y formar parte del servicio funerario. La diferencia entre ellos se basa en su diseño, cuestiones culturales, así como en los materiales en que son fabricados.
El ataúd.
El ataúd tiene es fabricado con una forma rectangular, siendo más ancho en la parte en donde se colocan los hombros del cadáver, y para el resto del cuerpo se hace más angosto. En la parte de la cabeza, el ataúd tiene un acabado en punta. Por otra parte, el material con el que solían hacerlo es madera de pino, por dentro eran sencillos, no existía forro. Esto ha cambiado bastante en relación con los ataúdes de estos días, que pueden encontrarse con bastantes lujos y detalles.
Accesorios como manijas, decorados, entre otros, sirven para revelar la posición social de la persona, también para conocer la época en que fue fabricado. Por su parte, el material con el que se hacen también da información interesante, y dependiendo de este se puede conocer la moda y costumbres en la construcción de ataúdes. También se puede saber la disponibilidad de los materiales.
El féretro.
Por su parte, el féretro no guarda una forma especial con respecto al cuerpo, su forma es rectangular de principio a fin, y comúnmente si lleva forro por dentro. Además van separados en dos partes, siendo la parte de arriba la que se mantiene abierta en los servicios funerarios, para que los asistentes puedan visitar al fallecido. En lo referente al material con que son construidos, suelen ser más variados que el ataúd. Se pueden encontrar materiales como: madera, hierro fundido, acero, fibra de vidrio, vidrio, bambú, oro, cobre, entre otros.
Diferencias históricas.
Otra diferencia significativa entre ambos es el uso de cada uno de ellos. El ataúd es más antiguo y sin duda fue el primero en usarse, pero poco a poco fue remplazado por el féretro, siendo este el más popular en uso en estos días. Sin embargo, aun existen ataúdes que siguen utilizándose.
Finalmente, es curioso observar como la estructura de la caja en donde ira el cuerpo del fallecido ha ido cambiando, debido al movimiento que ha existido del entendimiento de la vida y de la muerte.
La manera en que se enfrenta la muerte en estos tiempo es distinta a como se enfrentaba o se entendía siglos atrás. Es normal entonces, que la manera de despedir los muertos, así como el lugar en donde se pone su cuerpo también se modifique. Por lo que el entendimiento o uso entre ataúd o féretro también forma parte de estos cambios y adaptaciones.