museo

El museo del ataúd en Inglaterra.

Por lo general se piensa que los edificios que son patrimonio de una ciudad o nación, deberían ser iglesias, castillos, o edificios… pero en una ciudad inglesa donde la tradición es industrial, no es de asombrarse que desempolvaran su herencia.

Me refiero a Birmingham, la cual ha renovado una vieja fábrica de ataúdes y la ha convertido en museo. Es un edificio que de entrada ya cuenta con la maquinaria antigua. Además, tienen productos y herramientas que se han quedado dentro, testificando el paso del tiempo. Asimismo, se tienen historias que contar sobre las personas que ahí laboraron.

El viejo edificio.

El edificio es en verdad un patrimonio de la ciudad, algo que no debía dejarse olvidar. El edificio es una muestra arquitectónica de la época victoriana. Una perfecta fábrica de ataúd victoriana que se ha vuelta toda una atracción para el turismo.

Newman Brothers es el nombre de la fábrica, la empresa atendía a una sociedad victoriana y su obsesión con la muerte y los servicios fúnebres. Su pomposidad llegaba a tal grado que gastaban grandes sumas de dinero en ropas cuyo propósito estaba vinculado a la muerte.

Los victorianos volcaron su interés en la muerte; quizá debido a algunas prohibiciones que la misma cultura victoriana imponía, pareciéndoles lo más natural poner su interés en la muerte. El extremo quizá sea hoy en día, en como las personas fingen que la muerte no sucede, volcando su interés en otros temas, tales como el gozo inmediato.

La historia abre las puertas.

Esta fábrica tiene una antigüedad de 120 años, y llego a ser la fábrica de ataúdes más famosa de Inglaterra, y durante 15 años permaneció abandonada. Se encuentra dentro de una de las calles de  Birmingham, un lugar que se ha vuelto moderno, lleno de bares y apartamentos. Y alrededor de la modernidad se encuentra esta fábrica de ataúdes que reabrió sus puertas para dar testimonio  sobre cómo se producía la muerte en la Inglaterra victoriana.

Finalmente, la antigua fábrica de ataúdes, es pues ya toda una tracción turística, para aquellas personas que están dispuestas a dar un paseo dentro del mundo de la muerte, con un ambiente oscuro.

Irónicamente esta fábrica en donde se realizaban productos mortuorios ha regresado a la vida, para demostrar que se puede revivir lo que parecía ya no tener vida. Un poco de curiosidad y ganas de conocer como era esta interesante fábrica, es lo único que se necesita.

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